No estoy contra el Diezmo. Estoy convencido y respaldado bíblicamente, que es necesario y prudente cumplir con ello. Más adelante expondré y explicaré todo lo referente a este espinoso tema. Estoy rechazando decididamente, los pactos, siembras, dadivas y otros aportes, que se exigen continuamente a los feligreses, producto de la ambición desmedida de un hombre desde el altar. No hay que mezclar la obediencia a la palabra con las exigencias del hombre.
FROTANDO LA LAMPARA MARAVILLOSA DE ALADINO

08
Feb